Vamos a defender lo nuestro cueste lo que cueste
Por: William Restrep Cortés
Este es el espacio de los Comités Cívicos contra la corrupción en Risaralda y la Red Nacional de Veedurías de Colombia REVER.
Los canales regionales de televisión en Colombia fueron creados para dar oportunidad al desarrollo y facilidad al desenvolvimiento y preservación de los valores culturales de cada región. Infortunadamente, se convirtieron rápidamente en refugios politiqueros. Cada cuatro años todo cambia en un canal regional, porque el nuevo gobernador utiliza lo público, con recursos del estado, para maniobrar sus compromisos políticos y cercenar la creatividad que explota por todos los rincones de nuestro territorio.
En el eje cafetero son tres los “dueños” del canal regional Telecafé. Los gobernadores de Caldas, Risaralda y Quindío. Ellos, rodeados de los oportunistas de siempre, utilizan este medio de comunicación para cumplir con sus cuotas políticas y convierten un canal de televisión en un refugio político. Un “escampadero” de muy poca monta para ellos, pero donde se manejan negocios de compra de equipos, programación acomodada. Venden espacios. Contratan a dedo. No tienen pauta comercial apropiada. Telecafé tiene un administrador, desde hace muchos años, que ha sido socio de proyectos que se licitan en el canal. Ha tenido gerentes “viajeros” con el dinero público. Nadie investiga nada. Nadie pregunta porqué hay una programación tan mala. Y quienes nos atrevemos a denunciar los malos manejos económicos, y el despilfarro de recursos, somos señalados como los huérfanos del poder, y hasta nos dicen “que respiramos por la herida”. En mi caso en particular ya soy un hombre retirado, pero pienso aún y tengo un record de trabajo en televisión y prensa, en todas las modalidades, que se desconoce, por lo tanto, no tengo interés en una posición, ni busco empleo. Pero no me podrán quitar el derecho a sufrir cuando un medio como este es utilizado en forma tan inapropiada, tan poco profesional, y tan deshonesta.
En el interior de Telecafé se tejen muchas historias que descansan en equipos abandonados, aún en sus cajas originales. Otros que fueron usados por poco tiempo, y reemplazados con la misma velocidad. Compras que no son justificadas, sino por recibos hechos a mano. Un departamento de ventas que no vende. En fin, un equipo que también es influenciado, para utilizar un término benévolo, por los contratistas, o programadores que a su vez subcontratan quién haga el trabajo. En Telecafé no hay ideas nuevas. Ni es manejado como un negocio, porque solo produce para unos pocos, ni es manejado como un medio de divulgación cultural de nuestro eje cafetero, solo es manejado por la politiquería que, dentro de su diámetro de influencia, lleva la corrupción como pasajera preferencial.
Cómo se puede explicar que los contratistas, para mencionar unos pocos, Jorge Hoyos de Manizales y Arpidio Escobar de Pereira, se ganen casi todos los contratos de programación, pagados con dinero de la ANTV? Y esta práctica por más de 20 años desacredita por completo cualquier idea de divulgación cultural y respeto por la comunidad, por ser un instrumento público. Podría contar muchas historias de Telecafé, pero voy a mencionar solo dos. Como les parece que el señor Jorge Hoyos ya casi supera el record de contratación amañada. Por 5 millones de pesos mensuales realiza las noticias de Manizales para el noticiero de Telecafé. Por 150 millones de pesos hace un programa llamado Concurso de Música Popular. Por 370 millones de pesos hace un programa especial. Por 200 millones de pesos hace una serie ambiental y además es socio en otros dos proyectos. No hay más nadie en Caldas o el eje cafetero capaces de apostarle a estas producciones? Si, los hay y mejores, más profesionales y más honestos que Hoyos y Escobar. Ahora hay otro contratista de nombre Jorge López que vive en Bogotá, y para no darle empleo a los locales, trae su gente de la capital y tiene un contrato de 160 millones de pesos para hacer dos programas. En Pereira lo único que tiene es un registro en cámara de comercio. Porqué nos adaptamos a lo que nos hace infelices? No es el monopolio una forma de corrupción?
Ví, con mis propios ojos un documento falso con el que Arpidio Escobar logró conseguir el contrato de noticias de Pereira para el noticiero de Telecafé, y ví con mis propios ojos, como dejaban por fuera al que presentó una mejor propuesta, pero no era del círculo del senador Sammy Meregh que es la pieza motora de Telecafé.
El silencio, al menos para mi, no es más que la pésima conducta del egoísta, del cómplice sin sentido de pertenencia, ni motivación colectiva. La Autoridad Nacional de Televisión, ANTV, debería intervenir de inmediato a Telecafé, no solo por los manejos oscuros de las finanzas, sino por el desprecio hacia la comunidad que debería servir, por el impedimento a los productores locales, y por la “politiquería” con la que manejan todos los asuntos. Y debían hacerlo ya, antes que sea demasiado tarde. Esta es mi opinión, cuál es la suya? Yo soy William Restrepo. Buenas noches y muchas gracias.
Alcalde Gallo: ¿no es mejor trabajar para las próximas
generaciones que para las próximas elecciones?
Por: Alvaro Ramírez González
Esta frase llena de sabiduría, es de Pepe Mujica, expresidente de la República Oriental del Uruguay, que se volvió famoso y respetado en el mundo, por su excesiva sencillez y humildad. Mujica rechazó no sólo su abultado sueldo de Presidente y su fuerte escolta, sino que vivió en su “chagra”, todo el tiempo de su mandato. Se trata de un lote pequeño con un jardín y una casa igualmente pequeña, en un vecindario de clase media, donde Mujica vivía con su mujer, solo y sin empleada doméstica. Su pobreza y humildad lo volvieron grande y ejemplo de vida en el mundo, y hoy tiene el “respeto” del pueblo Uruguayo.
Vote y apoye a Juan Pablo Gallo, porque como concejal, nunca se dejó comprar ni contaminar de ese saqueo colectivo que arruinaba a Pereira. Me sentí muy contento por ese triunfo tan demoledor; pero él no debe olvidar que su votación en muchísima parte fue contra Soto. Miles y miles de votos rechazó contra los alcaldes del senador Soto. Su desempeño es bueno. Muy showman para mi gusto. También veo que en su equipo y en sus decisiones, falta la experiencia.
El pésimo mantenimiento de la malla vial pavimentada para el que le propuse una APP y ni parece entenderla y menos ejecutarla, y una oficina de Tránsito que no opera con eficiencia y permite que en todas las avenidas y vías rápidas, como la Circunvalar, la de Pinares, la calle 14, la carrera séptima, la calle 21 y muchas, muchas más, todo el mundo estacione su carro sin control alguno, haciéndole un flaco servicio a la movilidad vehicular, son sus grandes, visibles y molestas fallas. Pero me confunde más ver a Gallo, enfrentado al representante Patiño, por temas de burocracia y porque parece que nuestro alcalde tiene candidato a la Cámara de Representantes y eso me parece fatal. No voté por Gallo para que se apoyara en la Alcaldía para volverse jefe político. Lo hice para que gerenciara bien mi ciudad. No voté por Gallo político. Lo elegí como administrador general de la ciudad. Que no se deje joder y presionar de unos gamonales insaciables es una cosa.
Pero que desde la Alcaldía pretenda mutar a jefe político y patrocinar a uno de sus amigos para el Congreso, lo aproxima a las viejas mañas clientelistas que son la puerta de la corrupción y la desviación de recursos para comprar líderes y comunidades. Va bien alcalde Gallo; póngase a cuidar y modernizar su malla vial y ponga a funcionar a su inoperante oficina de tránsito. Cuide y ordene la ciudad; para eso trabajamos por usted y lo elegimos. No para que aproveche ese voto de confianza y mute en nuevo gamonal. Usted está rodeado de asesores. No se deje llevar allá por ellos. Y menos con el poder y los recursos de la ciudad; ¡Porque entonces se empezará a parecer a Soto!.