Gobiernos: Los ciudadanos quieren soluciones
 
SOCIEDAD DEL OCIO. Conjunto de personas que disponen de mayor tiempo libre, en sociedades avanzadas o en vías de desarrollo. (M. Neira)
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La sociedad y las personas cambian de forma vertiginosa. El incremento de las tecnologías en unión de cambios demográficos y climáticos aumenta sustancialmente el tiempo de ocio y bienestar en las distintas sociedades del mundo.
En la actualidad disponen de mayor tiempo libre y viajar es una forma de actividad que pueden realizar. Esta posibilidad se hará más patente en un futuro próximo debido, entre otras causas, a la reducción constante de actividades laborales tradicionales que son reemplazadas gradualmente por la tecnología. Como resultado millones de personas no dispondrán de actividades manuales y se verán abocados a situaciones no deseables en cuanto no tengan quehacer en el tiempo libre del que dispondrán por el avance de la robótica y tecnología moderna en general.neira
 
Esta circunstancia preocupa en especial a los gobiernos ya que, en la actualidad y a medio plazo, sus respectivas sociedades contarán con un gran porcentaje de personas ociosas abocadas al paro de por vida sin capacidad para reincorporarse al mercado laboral. Una mínima parte de ciudadanos podrá hacerlo al tener la oportunidad de reciclarse en las nuevas tecnologías.
 
El rápido avance de la tecnología en todas sus vertientes genera mucha más capacidad de producción, mayores ingresos y beneficios económicos a los países que ejecutan estas nuevas tecnologías. Los mayores beneficios económicos que se perciben deberán redistribuirlos al resto de sus sociedades para lograr el bienestar de sus ciudadanos.
 
 El turismo, en gran parte, aporta soluciones a este problema social global ya que puede crear un gran mercado potencial para temas especializados en educación, cultura y otras actividades. Estas encontrarán su máxima expresión en el sector turístico. Como consecuencia de esta realidad el turismo se convertirá en una actividad ociosa con la participación masiva de la sociedad.
 
Los principios contenidos en el Código de Ética Mundial para el turismo   (Organización Mundial del turismo) están perfectamente implicados en esta incipiente sociedad del ocio ya que obligan al respeto y entendimiento mutuo entre hombres y sociedades, promueven el desarrollo sostenible y la valoración del patrimonio cultural y natural; velan por una óptima prestación de servicios turísticos; fomentan el derecho al descanso y a la libertad de desplazamientos resguardando la integridad y dignidad tanto de turistas  como trabajadores en contra de todas las formas de explotación humana y el respeto a las costumbres, la idiosincrasia y la integridad de los pueblos originarios y población receptora,    así como el establecimiento de medidas de seguridad y salubridad tanto para la población local como para los visitantes.
 
La palabra OCIO derivada del latín Otium, corresponde al significado de descanso y guarda relación con el entretenimiento, la distracción del espíritu, entendido desde la época griega como momento de reflexión, encuentro consigo mismo, espacio para la creación y el reposo material.
 
El Diccionario de la Real Academia recoge un doble significado del ocio como el cese del tiempo de trabajo y entretenimiento en obras de ingenio y la expresión tiempo libre, por su parte, contemplada también desde una doble lectura como un tiempo residual compensatorio del tiempo de trabajo enlazado a la experiencia subjetiva de libertad.
 
En el conjunto de los estudios de ocio, la idea de ocio es definida por tres variables fundamentales tiempo, actividad y experiencia subjetiva. Todas ellas son recogidas por los autores en distintas combinaciones, con presencias y ausencias según los casos.
 
"El ocio es definido en términos de `tiempo residual' o por su `función', tradicionalmente en oposición al trabajo, en términos de `contenido', actividades de ocio, o como un `estado ideal de la mente'” (Ian Henry).
El término ocio adquiere distintos significados. En unos casos, aparece vinculado a su origen latino, contrapuesto a tripalium o nec-otium, engarzando con la idea de gratuidad, no-trabajo y libertad. En otros casos, este mismo término lleva asociada una genérica carga peyorativa plasmada en adjetivos, como ocioso, o sustantivos, como ociosidad, que desvirtúan una rigurosa aproximación a su contenido y naturaleza. Así lo expresa José Luis L. Aranguren 
“Según la Declaración universal de los Derechos Humanos, toda persona tiene derecho al descanso y al ocio”.
 
“La meta de las buenas teorías políticas ha de ser que todas las personas sean capaces de gozar ocios o que el goce del ocio sea general”.
    LYN YUTANG